El idioma de Carlos es el español claro como el de la mayoría de españoles,y hasta ahora, como que no había tenido necesidad de hablar o aprender otro. El ha trabajado en España normalmente y salvo salidas puntuales a lugares cercanos como Portugal alguna vez, cuando nuestras hijas eran pequeñas, lo normal era que no saliese del país. En los últimos años las cosas han cambiado y ha tenido que salir fuera; pero como estos lugares a los que ha tenido que ir eran de habla española, pues no había tenido problemas con el idioma. Primero fue México después Chile... Hasta ahí bien. Pero el año pasado tuvo que ir una semana a Londres y ahí empezaron sus primeros problemillas con la cosa de la comunicación hablada.
Si hubiese podido llevarse a una de nuestras hijas como interprete lo hubiese hecho eso está claro, pero no pudo ser, así que solo y sin idea de inglés marcho a United Kingdon. Allí se desenvolvió como mejor pudo, llamaba a las niñas de vez en cuando para alguna duda, como ellas le habían aconsejado cuando en el aeropuerto, lo notaron nervioso en la despedida.
El principal problema para él era pedir la comida así que en el burguer más cercano a su hotel en pleno centro de Londres se dispuso a cenar por aquello de evitar desplazamientos innecesarios. Pero él que no es de comida rápida sino de tapeo, no estaba nada contento con este tipo de comida. Así que yo que había hablado unos minutos antes con él, lo hacía sentado ante un menú completo en un local de una cadena de comida rápida muy famosa, !vamos el Macdonald! y me llama de nuevo ( Cuando está en algún sitio sin haberse adaptado todavía, nuestra comunicación es permanente).
-! Ana!. ! A ver si sabes a donde estoy?... Eso muy contento.
Cosa que me extrañó, estando en el susodicho restaurante como yo pensaba. Yo puse a mis neuronas a trabajar y até cabos: Contento... Macdonald descartado, El brithis descartado como la National Gallery...
-En un bar...?
-Hombre claro!! El encontraba la pregunta un poco absurda.
-Pero, a ver si sabes como se llama el bar... Cada vez más contento.
-Ni idea Carlos. Mis neuronas se habían dado por vencidas.
-Sevilla mía!!!!! Él ya euforico, yo oyendo flamenqueo de fondo.
-A ver si sabes que estoy bebiendo???
-Una cerveza?
-Una cruzcampo con unas aceitunitas y una tapita de queso...
Luego me dicen a mi que lo de la ley de la atracción es un rollo. Y yo me pregunto todavía, como encontró en pleno centro de Londres un bar español, al estilo de Sevilla y con cerveza Cruz Campo. Cuando personas que frecuentan esta ciudad y la conocen bien no conocen este local. Es el poder de la mente estoy segura o las fuerzas del universo o que sé yo.
Bueno pues durante los días pasados en la capital inglesa los problemas de comunicación no faltaron como es normal. Pero él le puso voluntad aprendió vía telefónica a pedir una hamburguesa con una cerveza para no tener problemas y no tener que comer lo que al personal de la famosa cadena se le metiese en los ...En la cabeza. Pero los que hemos acompañado a nuestros hijos a estos lugares durante años sabemos que nada es tan fácil como parece: Que sin adentrarnos en los nombres de los menús, solo en el tamaño del refresco de las patatas o de la hamburguesa, eso sin hablar de complementos, de salsas y postres, las preguntas que te hacen son infinitas.
Así que cuando el soltó su petición aprendida de memoria vía telefónica y el dependiente empezó a hacerle preguntas infinitas...
El teléfono sonando en casa:
-Anaaa... Él mosqueado.
-Que pasa Carlos?
-Otra vez he tenido que comer lo que al tío del Macdonald le ha salido de los...( De la cabeza).
Continuará...
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