- Es que tiene un despiste, luego dice que yo...
Nada, que no había manera no lo encontraba, así que me puse a buscar con él. Porque no se si a vosotros os pasa pero si yo pierdo algo lo busco, yo, pero si lo pierde otro de casa, también lo busco yo. Es que está una "pa to". Empezamos como todo el mundo cuando no encuentra el móvil, primero a buscar por todos los sitios posibles, y después a llamarte desde otro teléfono. Que es cuando los que buscan guardan silencio para seguir la pista del desaparecido.
No sonaba nada por ningún lado.
-Donde c..., estará el móvil.- Carlos un poquito cabreado.
-Esta haciendo la llamada?. - Yo para asegurarme de que la búsqueda se hace bien.
-Ana!! a ver si te crees que soy gili... Pues claro que hace la llamada.-Eso Carlos más cabreado.
-Te lo dejarías en el coche? -Una dando ideas por colaborar y porque el "mosqueo" no siga en aumento.
-En el coche como va a estar?, si anoche lo usé yo aquí para hablar con Jose.- Cuando está de buenas su amigo Jose y él se llaman "ma cheri".
Pero yo no cejo en mi empeño y salgo de casa a mirar en el coche, mientras Carlos me mira con cara de estar pensando que estoy gili...Pero una que por colaborar es capaz de casi todo, vamos y también temiéndole a que el "cabreo" vaya a más.
En fin que el aparato no aparecía por ningún lado, nos quedamos parados un momento los dos de pie frente a frente para reactivar las neuronas analizando las pistas de que disponemos y antes de que las mías se reagrupen si quiera, me mira mi marido con cara de...Tengo la solución, pero a la vez de tu tienes la culpa y de estar más cabreado, todo eso junto en la misma cara.
-No lo estarás lavando?...-Claro es que al quedarnos en silencio lo único que se oía era el sonido de la lavadora, y él que es muy rápido, atando cabos...
Yo no sabía que decir porque estaba segura de haber registrado los bolsillos del pantalón de Carlos... pero no todos, de momento me vi a mi misma cogiendo el vaquero del suelo del salón registrándole un bolsillo, luego otro y otro...luego el me hablo yo solté un momento la susodicha prenda, y al rato volví a continuar mi recogida de ropa para poner en marcha la lavadora y no miré el cuarto bolsillo. Todo esto por mi mente fue pasando como una película a cámara lenta. Él es más rápido y ya estaba delante de la lavadora, yo llegué hasta ellos y digo ellos porque era domingo y Pepe estaba allí con nosotros entrando y saliendo de la casa, nos pusimos a mirar los tres, el agua jabonosa que iba girando y girando con toda la ropa y en uno de esos giros lo vimos.
Yo no quería reirme pero tampoco podía aguantar la presión en mi boca cerrada por la fuerza, aguantando la risa que empujaba por salir. Y lo que pasa que ella pudo más que yo y salió en una especie de ronquido con espurreo y yo pensé.
-Que sea lo que Dios quiera.
A Carlos no le quedó otra que reirse también por no llorar y Pepe movía su cola contento no sé si porque había aparecido el pequeño aparato o porque era domingo y estaba en casa Carlos o que se yo...
pero todavía se le ocurrió a mi marido ir por la cámara para inmortalizar el momento y gracias a eso yo he visto la foto en el ordenador y me he puesto a escribir esta entrada.
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