viernes, 15 de noviembre de 2013

RECUERDOS DE TOGO

Este blogg de las historias de Togo que sabéis todos los seguidores, cuando, como y por qué surgió, iba a decir que llega a su fin, pero espero que no, porque no pierdo la esperanza de volver a Togo algún día y continuar teniéndoos al tanto de nuestras vivencias aquí. Tampoco descarto escribir alguna cosa más sobre nuestra estancia en este país maravilloso que recuerde en cualquier momento aún estando en otro lugar, pero de todas formas he probado a contar cosas, a compartir con vosotros momentos, circunstancias, anécdotas y demás y me ha gustado la experiencia, además de haber dado con gente estupenda que se han convertido en seguidores incondicionales y que me animan a seguir contando cosas. Por ello he comenzado un nuevo blog de cosas sencillas de la vida cotidiana que no sé muy bien hacia donde irá y como se desarrollará.

Por todo esto quiero escribir esta entrada dedicándola a los recuerdos de nuestra estancia en Togo, que han sido muchos y muy buenos: la casita de la playa, los lugares como Lomé, sus calles y mercados, sitios preciosos a donde acudimos los domingos,  como Palimé o Aneho, poblados como Vogan que dieron para tanto en este blog, anécdotas simpáticas de Carlos, otras no tan simpáticas que me sucedieron a mí pero que a pesar de todo nos hemos reído con ellas... Pero como he dicho en otras ocasiones lo más importante son las personas y aquí hemos dado con muchas y buenas, que nos hicieron nuestra estancia muy , muy agradable, compañeros de trabajo de Carlos, empleados de los lugares que frecuentamos, amigos...

Durante mi primer mes el Ramtou plage se convirtió en nuestra casa y Paco su dueño en nuestra familia, estuvimos en contacto permanente y compartimos horas de risas, de bromas, payasadas de él y de Carlos  que Sena y yo no olvidaremos jamás, porque es dificil olvidar tantos ratos pasados juntos riéndonos hasta las lagrimas, o verla a ella junto a Carlos ante la pantalla viendo al betis y oyendola gritar:
-Arbitro, cabrón!!. Y otras burradas por el estilo que Carlos le ensañaba.
De la casita de la playa, que decir... Que siempre agradeceré haber vivido en ella a pesar de los problemillas domésticos, o de los acabados que nunca llegaron, porque quizás sin ellos no habría surgido este blog. Mente positiva, siempre mente positiva...

De las amistades que quedarán siempre en nuestro corazón y algunas seguro que en nuestras vidas, que nos acogieron al llegar y nos lo hicieron todo mucho más fácil. 
Y de mi amigo Pepe, que ha sido incondicional hasta el final y hasta se entristeció con mi marcha. Como me ha ocurrido a mi al separarme de él.
Resumiendo, que ha sido positivo y no cambiaría ni un minuto de los pasados  en esta tierra y con la gente que se ha cruzado en nuestras vidas, gracias a todos.


miércoles, 13 de noviembre de 2013

El TELÉFONO MÓVIL

Habéis lavado alguna vez el teléfono movil? Pues no lo hagáis nunca por muy sucio que esté, que no queda bien. Era casi mi último día en la casita de la playa, El Télefono de Carlos no aparecía.
- Es que tiene un despiste, luego dice que yo...
Nada, que no había manera no lo encontraba, así que me puse a buscar con él. Porque no se si a vosotros os pasa pero si yo pierdo algo lo busco, yo, pero si lo pierde otro de casa, también lo busco yo. Es que está una "pa to". Empezamos como todo el mundo cuando no encuentra el móvil, primero a buscar por todos los sitios posibles, y después a llamarte desde otro teléfono. Que es cuando los que buscan guardan silencio para seguir la pista del desaparecido.
No sonaba nada por ningún lado.
-Donde c..., estará el móvil.- Carlos un poquito cabreado.
-Esta haciendo la llamada?. - Yo para asegurarme de que la búsqueda se hace bien.
-Ana!! a ver si te crees que soy gili... Pues claro que hace la llamada.-Eso Carlos más cabreado.
-Te lo dejarías en el coche? -Una dando ideas por colaborar y porque el "mosqueo" no siga en aumento.
-En el coche como va a estar?, si anoche lo usé yo aquí para hablar con Jose.- Cuando está de buenas su amigo Jose y él se llaman "ma cheri".
Pero yo no cejo en mi empeño y salgo de casa a mirar en el coche, mientras Carlos me mira con cara de estar pensando que estoy gili...Pero una que por colaborar es capaz de casi todo, vamos y también temiéndole a que el "cabreo" vaya a más.
En fin que el aparato no aparecía por ningún lado, nos quedamos parados un momento los dos de pie frente a frente para reactivar las neuronas analizando las pistas de que disponemos y antes de que las mías se reagrupen si quiera, me mira mi marido con cara de...Tengo la solución, pero a la vez de tu tienes la culpa y de estar más cabreado, todo eso junto en la misma cara.
-No lo estarás lavando?...-Claro es que al quedarnos en silencio lo único que se oía era el sonido de la lavadora, y él que es muy rápido, atando cabos...
Yo no sabía que decir porque estaba segura de haber registrado los bolsillos del pantalón de Carlos... pero no todos, de momento me vi a mi misma cogiendo el vaquero del suelo del salón registrándole un bolsillo, luego otro y otro...luego el me hablo yo solté un momento la susodicha prenda, y al rato volví a continuar mi recogida de ropa para poner en marcha la lavadora y no miré el cuarto bolsillo. Todo esto por mi mente fue pasando como una película a cámara lenta. Él es más rápido y ya estaba delante de la lavadora, yo llegué hasta ellos y digo ellos porque era domingo y Pepe estaba allí con nosotros entrando y saliendo de la casa, nos pusimos a mirar los tres, el agua jabonosa que iba girando y girando con toda la ropa y en uno de esos giros lo vimos.
 Yo no quería reirme pero tampoco podía aguantar la presión en mi boca cerrada por la fuerza, aguantando la risa que empujaba por salir. Y lo que pasa que ella pudo más que yo y salió en una especie de ronquido con espurreo y yo pensé.
-Que sea lo que Dios quiera.
A Carlos no le quedó otra que reirse también por no llorar y Pepe movía su cola contento no sé si porque había aparecido el pequeño aparato o porque era domingo y estaba en casa Carlos o que se yo...
pero todavía se le ocurrió a mi marido ir por la cámara para inmortalizar el momento y gracias a eso yo he visto la foto en el ordenador y  me he puesto a escribir esta entrada.

CAMBIO DE LOOK

Estas niñas tan guapas son los camareras del Ramatou Plage, el restaurante de nuestro amigo Paco, en cuyo terreno se encontraba la casita de la playa en la que Carlos y yo hemos vivido durante nuestra estancia en Lomé. Creo que al terminar las vacaciones han vuelto a sus estudios y ya no están allí, pero durante el tiempo en que hemos vivido cerca del restaurante hemos visto sus caras y sus sonrisas a diario.
Cuando yo llegué y Carlos me las presentó las confundía continuamente, torpe de mí. Pero cuando iban pasando los días empecé a quedarme con sus caras, deseando poder saludarlas por sus nombres...Imposible, cuando me parecía a mi que las iba identificando, entré en el bar vi a una muchacha diferente y pensé: al garete el saludo personalizado! Ya han cambiado a una de ellas, cuando ya me empezaba a quedar con la cara.
-Esta niña es nueva, ¿No?- Pregunté.
-No, esta es Janet.
Se había cambiado el pelo y como ella dos o tres de sus compañeras. Además como algunas llevaban peluca,se podían cambiar con una frecuencia que hacía que yo no diera pie con bola en los saludos y los nombres.
Se reían continuamente de mi despiste y mira que yo le ponía interés al reconocimiento pero nada.Lo peor es que lo mismo me ocurría en cualquier otro sitio que frecuentásemos. Empleadas simpáticas y muy guapas, cambio de look y yo más despistada ...
En Togo hay una cultura del peinado que a los de fuera nos cuesta entender. Pero que a las mujeres de aquí les encanta. En cuanto cumplen los 18 años las jóvenes dejan atrás la etapa del pelo natural y lo trenzan con extensiones, con brillos, colores y todo tipo de variaciones que les haga cambiar el pelo en su estado natural, o simplemente pasan a utilizar peluca. Hay fabricas de pelucas enormes y es que el mercado es amplio, los tonos de color en ellas y los peinados a lo Rihana con dos colores y cortes atrevidos, o melenas a lo Beyonce arrasan. En todos los barrios hay un gran numero de peluquerías y salones de belleza.
Yo tengo debilidad por los carteles y reclamos que colocan en las puertas de estos locales, que como el resto de publicidad es casera, con un toque naif y una frescura que hace que yo los encuentre preciosos.
Y lo que es más importante, tan efectivos como los utilizados en los paises más avanzados que a fuerza de talonario han elaborado equipos de publicidad y marketing.

 Con los hombres era diferente, donde va a parar. Los fines de semana cuando salíamos saludaban a Carlos en el supermercado, en la calle o en cualquier otro lugar y él les correspondía con la misma alegría a su saludo, porque a Carlos lo saludan con una alegría y unas risas, lo ven acercarse y" parecen que ven a Dios", esta es una expresión que se dice mucho por mi tierra cuando da mucha alegría ver a alguien. Luego cuando el amigo o conocido se aleja yo le pregunto:
-Carlos quien es ese muchacho tan simpático?.
-No tengo ni idea, será del trabajo pero es que son más de 300 y con esta ropa ...le pierdo la pista.

P.D. las fotos de los carteles me las pasó mi amiga Rocio. Gracias guapa!.

lunes, 11 de noviembre de 2013

RECUERDOS DE OTROS LUGARES II

  En Chile... Que decir de este país, en él vívímos en un pueblecito a los pies de los Andes llamado Sta. Bárbara. En una casa acogedora cuya dueña la señora Felicia, se encontró con Carlos, por casualidad cuando éste buscaba vivienda y terminó saliendo de su casa para alquilarnosla a nosotros.
La relación con ella fue especial porque ella era una persona muy especial. Felicia era un espiritu joven, con una chispa en sus ojos reflejo de una mente abierta, que había llevado una vida diferente al resto de personas de su edad que yo había conocido. Disfruté cada minuto que pasé a su lado, ante una taza de café y oyéndola hablar de su vida, que a mi me parecía apasionante.
Pero sin duda lo más destacable de nuestra estancia en Chile fue la amistad que surjió entre Carlos y Nano; una persona noble, educada, cariñosa, fiel y que dio todo lo que un amigo puede dar: todo.
Cuando esta amistad surgió, me consta que las horas pasados en el bar de Nano hicieron que Carlos se sintiese a gusto y en casa. Lo mismo que me hicieron sentir a mi, tanto Nano como su mujer Magaly, cuando yo también llegué a Chile. Los ratos que pasamos los cuatro juntos fueron estupendos; Nano como yo somos más pausados y tranquilos, pero Magaly como Carlos tenían un humor rápido y agudo que hacían que nos complementásemos y no parásemos de reir mientras estábamos juntos.
En Chile a la última comida del día la llaman: "Tomar once" y nos reuníamos alrededor de la mesa tomando un café, comiendo pan recien hecho que Nano se encargaba de poner en la mesa, con mantequilla, fiambre, paté, o algún bizcocho ...Pero lo mejor era la charla con ellos.

Carlos siempre quiso tener un pastor alemán y allá en Chile, Nano le regaló una perrita de esta raza, inteligente y preciosa, a la que Carlos llamó Polola. Así es como en este país llaman a las novias. Cuando alguien está de novio, se dice que "anda pololeando " y sé que el tiempo que pasó con ella aunque breve fue para él inolvidable.
En chile caminé hundiendo mis pies en la nieve algo que me hizo mucha ilusión,viniendo de un lugar cálido de clima mediterráneo, en una de nuestras excursiones a la cordillera que teníamos cerca, bebimos agua helada de los muchos saltos y cascadas que bajan de los Andes y vimos un árbol que solo existía en este pais, hasta que se exportó a otras zonas de Sudamérica. Araucaria, así se llama esta maravilla de la naturaleza.
Si tuviera que destacar una comida de las que encantó a todos los amigos en las reuniones, diría que "los callos", que en Sevilla llamamos "menudo" y en chile llaman "guatita".
 La música una mezcla de todo,como siempre, pero sobre todo escuchaba jazz y soul y si tuviera destacar que una voz que ha quedado en mi memoria unida a esos días y a los momentos vividos en la casa de Sta. Bárbara al pie de los Andes, me quedaría con Nina Simone.
Entre los libros algunos de la lista de clásicos que tengo pendientes, que son muchos y que aprovecho para ir haciendola más pequeñita cuando estoy sola, que es cuando verdaderamente tengo tiempo: "Madame Bovary" de Gustave Flaubert, "El caso Dreyfus" de Emile zola, que fué un caso real que conmocionó Europa en su momento, pero que parece sacado del presente: corrupción política y errores judiciales, ¿Os suena?


EL MUNDO ESTÁ LLENO DE GENTE ESTUPENDA ESPERANDO  A ENCONTRARSE CON NOSOTROS.  Y SON MUCHOS MÁS LOS BUENOS QUE LOS MALVADOS AUNQUE QUIERAN HACERNOS CREER LO CONTRARIO.



domingo, 10 de noviembre de 2013

DOMINGO, DOMINGO.

Las niñas con sus  vestidos de domingo.
 Yo con su edad hubiera flipado con el de rosa.
¿Que no?
Los domingos en Lomé tienen el encanto de los domingos de nuestra infancia. Si, cuando salíamos a la calle este día y veíamos a grandes y pequeños con sus mejores galas, venían recuerdos de los domingos de otro tiempo.
Hay dos cosas que me hacen retroceder en el tiempo: las niñas vestidas de domingo con sus vestidos de "lujo", los mayores también claro y la visita a la iglesia, como comienzo de un día festivo. Que conste que las opciones en cuestión de religiones, nada que ver en uno y otro sitio. Nosotros éramos católicos si, o si, ellos tienen un abanico de posibilidades y una variedad que ni te cuento, donde va a parar: Iglesia Metodista, adventistas, Evangélica, Episcopal, Del Señor... Y así hasta el infinito. Eso además de musulmana y la madre de las religiones aquí que es el Vodoo, para nosotros "Budú". Vamos que me imagino yo a los primeros misioneros por estas tierras dándose tortas por conseguir su cartera de clientes... Bueno de feligreses o sería mejor llamarlo"rebaño" no? El caso es, que el domingo, es el domingo y tanto en las ciudades como en los pueblos y en los campos, este día de la semana ves a todo el mundo con sus mejores galas camino de los diferentes cultos religiosos, algunos con sus libros de salmos o de oraciones o misales o como se llamen en cada religión, felices por ser el día de descanso y asueto. Que anda que no supieron vender bien en el mundo entero lo de día de fiesta y culto, porque si tienen que llenar las iglesia en lunes después del trabajo... Ya sería otro cantar.
Este día se oyen cánticos preciosos por cualquier rincón y los caminos de las aldeas y poblados se alegran con la ropa colorida y alegre que viste todo el mundo. Por las carreteras ves las motos, que son el transporte mayoritario, con parejas y con familias enteras moverse de un lado a otro y yo me quedo bobita mirando los estampados de las telas, los brillos y bordados en algunos, de un poquito más de nivel y los paños de la misma tela en el vestuario de una misma familia.
Este es Mola, un amigo en su día de descanso.
 "El domingo" claro!!
Los hombres están guapísimos con su ropa tradicional, que es el pantalón y la camisa en el mismo estampado. Modelo que debe de ser comodísimo de llevar por lo agradable del algodón y lo natural para estas tierras de clima templado. Pero por que será que los blancos que viven aquí, ya sea de forma permanente o temporal y terminan vistiendo de esta forma, como que no les veo yo la misma planta. A Carlos le hicieron uno de estos, a él y a una compañero francés con el que compartía casa. Un modelo con fondo amarillo muy vistoso, pero que no a tenido ocasión de lucir todavía. A ver si se lo vemos puesto y lo podemos imortalizar, para compartirlo con todos, cosa que dudo.

Niños a la puerta de la iglesia en domingo.

jueves, 7 de noviembre de 2013

RECUERDOS DE OTROS LUGARES I

 Hemos acompañado a Carlos a muchos lugares, pero como en ellos no hubo blog, los recuerdos no son muchos, pero si muy buenos. Como ya he dicho en alguna ocasión, de cada lugar se tienen recuerdos que no sabe uno muy bien por qué son esos y no otros los que quedan en nuestra memoria, de forma que quedan ligados para siempre a ese lugar. Ocurre con los libros que lees durante tu estancia en este sitio, con las comidas que solemos hacer en las reuniones de amigos, con la música que escuchamos.. Y sobre todo con la gente de cada lugar.
  El último lugar al que fuimos toda la familia acompañando a Carlos fue a Portsaplaya, en la costa valenciana, un sitio precioso en el que conocimos a gente estupenda que se convertirían en poco tiempo en buenos amigos y con los que pasamos ratos increíbles, oyendo a Carlos contar chistes haciéndonos reír hasta las lagrimas casi a diario. Las reuniones eran en la heladería de nuestro amigo Paco al que Carlos le hacía casi a diario caracoles al estilo de Sevilla y donde nunca nos faltó de nada. Algunas noches si no bajábamos para darles un descanso a nuestros anfitriones y al resto del personal de la heladería, sonaba el teléfono y eran Paco o su novia Bea pidiendo que bajásemos. Ya no podían pasar sin chistes,  sin caracoles  y sin Carlos, era adicción pura y dura. Algún tiempo después nos devolverían la visita viniendo a Sevilla y pasaríamos unos días increíbles mostrándoles todos los lugares, sobre todo bares de tapeo de los que les habíamos hablado y creo que también les encantó.
 Fué el verano de los caracoles, en música fueron nuestras hijas las que marcaron la pauta y oíamos lo que aquel verano sonaba en todas partes: Alejandro Sanz haciendo dúo con Shakira, Juanes, Rihana... Y de entre los libros que leí aquel verano el que ha quedado en mi recuerdo es London. La novela de Edward Rutherford. Me pareció apasionante y entretenido. Creo que es admirable que una novela de más de mil páginas se pueda hacer corta.
En México, estuve yo con Carlos, pero no las niñas, ya eran mayores, responsables y quisieron viajar a Londres solas por primera vez de vacaciones, y quedarse solas en casa, aunque arropadas por toda la familia, con la que podían contar en todo momento; demostraron que eran capaces de salir adelante y ocuparse de todo sin problema. Pero en México llevaba un trocito de mi hermana conmigo y eso para mí era como tener a una de mis hijas conmigo, mi sobrina estaba allí con su novio y ocupaban la habitación del hotel justo encima de la nuestra. Vivimos nuestro primer terremoto durante la noche y fuimos las cuatro únicas personas que quedamos en el hotel cuando fue desalojado, ella no pudo sacar a Raúl su compañero, de la cama y lo mismo me ocurrió a mi con Carlos. Las dos somos tranquilas y no nos inmutamos: "mente positiva, siempre mente positiva".
Con ellos salimos los domingo a conocer algo de México: Hicimos turismo en D.F. recorrimos "Tepito", un mercado increíblemente grande y peligroso según decían, hicimos excursiones a pueblos tranquilos y alejados del turismo a donde dimos paseos a caballo y los más arriesgados se lanzaron en tirolina y comimos en lugares maravillosos como "El casino Español", un restaurante y club fundado por españoles a donde degustando platos de nuestra cocina nos sentíamos más cerca de casa. También hubo gente maravillosa que nos abrieron su corazón y pasamos a formar parte de sus vidas; fue el caso de Erik y Lola con ellos pasamos momentos increíbles y vivimos el mundial de fútbol ,reuniéndonos en nuestra habitación de hotel con un nutrido grupo frente al televisor y como no, con deliciosas tortillas españolas que Carlos nos preparaba en la cocina del trabajo. Vivimos la final del mundial en la plaza del zócalo en México D.F. rodeados de compatriotas y de Holandeses !claro!. Mientras nuestras hijas la vieron también en otra famosa y concurrida plaza, "Piccadilly Circus " en Londres. Toda una aventura para los cuatro. Y lo más lejos que habíamos estado nunca unos de otros.
 Vimos sonrojarse a Carlos ante unos mariachis que le cantaban las mañanitas para felicitarle el cumpleaños.
Y nos reímos mucho con él y sus cosas como a ocurre en todos sitios.
La música que recuerdo de ese tiempo era flamenco, copla y sevillanas ya que me inspiraban mientras pensaba en los diseños de trajes de flamenca de la siguiente temporada y una canción que quedó unida en mi mente a aquellos momentos fue: "Que no daría yo" con la voz de Rocio jurado, que siempre resulta impresionante...

sábado, 26 de octubre de 2013

BARRERAS DEL IDIOMA II

Pero como el trabajo de Carlos no se sabe últimamente a donde lo llevará, pasado un tiempo, ha aterrizado en Lomé, Togo. Aquí resulta que se habla francés y a él lo mismo le daba una que otra porque habla lo mismo de las dos, osea nada. Ahora se ríe al recordar los nervios y las preocupaciones del principio, cuando llegó a la capital Togolesa y un señor lo recogió en el aeropuerto, lo acompañó al hotel a donde iba a alojarse, pero por poco tiempo,según, le dijeron: Unas tres semanas que se convertirían en más de siete meses.
 Recuerda situaciones que vivió en las que, a base de repetir fuerte y claro en español pretendía que le entendiesen los trabajadores en su empresa o los empleados de los lugares que solía frecuentar como los del hotel por ejemplo, a donde llegó un día a almorzar con poco tiempo, pidió una hamburguesa porque le pareció que sería lo más rápido de preparar, y su chófer lo recogería a las "tres" en punto. Pero tanto repitió lo de las tres que le sirvieron "tres" langostinos eso si a las "tres" en punto, ni un minuto más ni uno menos.
Al  principio él se resistía a hablar la lengua gala, así que la gente a su alrededor fue aprendiendo poquito a poco algo de Español. Le pasó como a aquel portugués del poema de Moratín, que alucinó con que todos los niños de francia supieran hablar francés, con lo que a él le costaba. Pues mi marido igual.
Pero Carlos es una persona abierta, comunicativa, simpática, que necesita relacionarse con los demás y que tiene una facilidad para conectar con la gente increíble y que poco a poco, eso si muy poco a poco porque ya se sabe que esto es Africa, ha ido aprendiendo su poquito de francés, un francés peculiar y único, con una mezcla de acentos, rara. Él habla francés con acento extremeño-andaluz y reminiscencias valenciá. Los primeros por su procedencia, lo segundo por el tiempo pasado en la casita de la playa y en el restaurante Ramatou con su amigo Paco que es valenciano al igual que buena parte de la clientela de este lugar y además de esta mezcla de acentos y palabras en gbé la lengua africana que hablan entre ellos los nativos en esta parte del continente, él además lo acompaña todo de sonidos onomatopéyicos de todo lo que se pueda imitar, sea los sonidos de animales para pedir su carne, que los problemas intestinales que ya se sabe que por estas latitudes son frecuentes etc...
Pero ahí está adaptándose y mejorando día a día hasta el punto de pedírsele que de un pequeño discurso en una cena. Si, la empresa dio una cena a un equipo de trabajadores por no haber tenido accidentes a la que yo fui invitada y antes de empezar hubo unas palabras de los jefes franceses. A continuación Carlos empezó a calentar al personal, varias mesas de trabajadores africanos que sumaban casi cien personas y que se mueren de risa con él; exigiendo unas palabras del jefe de seguridad Ange, un joven también africano prudente, discreto y educado que no tenía pensamiento ni quería dar discurso alguno, pero que se vio obligado por la insistencia de todos, ya que Carlos a su espalda osquertaba al personal. El jefe de seguridad dijo unas palabras, porque no le quedó otra y le devolvió la pelota a Carlos pero ahora el personal al ver la primera negación de Carlos empezaron a gritar su nombre, a golpear la mesa con las manos los vasos y hasta patear algunos entre carcajadas para hacer más ruido si esto era posible. No le quedó otra que pedir silencio a cambio de dar él también un discurso porque los casi cien compañeros africanos a los que se habían unido los franceses y hasta yo no le dejabamos otra opción.
 Así que en su cada vez más "amplio" vocabulario francés les dijo que iba a decir "unas palabras" y cuando el personal guardó silencio a la expectativa, el largo sus palabras y esto fue literal: Cadena, chapa, llave y soplete. Cuatro palabras más o menos utilizadas en el trabajo y que no le había quedado más remedio que aprender hacía tiempo. Os podéis imaginar la reacción del personal y según tengo entendido a partir de ese día en la obra esas palabras son dichas por los trabajadores al paso de Carlos, al que adoran.
 


viernes, 25 de octubre de 2013

LA BARRERA DEL IDIOMA I

El idioma de Carlos es el español claro como el de la mayoría de españoles,y hasta ahora, como que no había tenido necesidad de hablar o aprender otro. El ha trabajado en España normalmente y salvo salidas puntuales a lugares cercanos como Portugal alguna vez, cuando nuestras hijas eran pequeñas, lo normal era que no saliese del país. En los últimos años las cosas han cambiado y ha tenido que salir fuera; pero como estos lugares a los que ha tenido que ir eran de habla española, pues no había tenido problemas con el idioma. Primero fue México después Chile... Hasta ahí bien. Pero el año pasado tuvo que ir una semana a Londres y ahí empezaron sus primeros problemillas con la cosa de la comunicación hablada.
Si hubiese podido llevarse a una de nuestras hijas como interprete lo hubiese hecho eso está claro, pero no pudo ser, así que solo y sin idea de inglés marcho a United Kingdon. Allí se desenvolvió como mejor pudo, llamaba a las niñas de vez en cuando para alguna duda, como ellas le habían aconsejado cuando en el aeropuerto, lo notaron nervioso en la despedida.
El principal problema para él era pedir la comida así que en el burguer más cercano a su hotel en pleno centro de Londres se dispuso a cenar por aquello de evitar desplazamientos innecesarios. Pero él que no es de comida rápida sino de tapeo, no estaba nada contento con este tipo de comida. Así que yo que había hablado unos minutos antes con él, lo hacía sentado ante un menú completo en un local de una cadena de comida rápida muy famosa, !vamos el Macdonald! y me llama de nuevo ( Cuando está en algún sitio sin haberse adaptado todavía, nuestra comunicación es permanente).
 -! Ana!. ! A ver si sabes a donde estoy?... Eso muy contento.
Cosa que me extrañó, estando en el susodicho restaurante como yo pensaba. Yo puse a mis neuronas a trabajar y até cabos: Contento... Macdonald descartado, El brithis descartado como la National Gallery...
 -En un bar...?
 -Hombre claro!! El encontraba la pregunta un poco absurda.
 -Pero, a ver si sabes como se llama el bar... Cada vez más contento.
 -Ni idea Carlos. Mis neuronas se habían dado por vencidas.
 -Sevilla mía!!!!! Él ya euforico, yo oyendo flamenqueo de fondo.
 -A ver si sabes que estoy bebiendo???
 -Una cerveza?
 -Una cruzcampo con unas aceitunitas y una tapita de queso...
Luego me dicen a mi que lo de la ley de la atracción es un rollo. Y yo me pregunto todavía, como encontró en pleno centro de Londres un bar español, al estilo de Sevilla y con cerveza Cruz Campo. Cuando personas que frecuentan esta ciudad y la conocen bien no conocen este local. Es el poder de la mente estoy segura o las fuerzas del universo o que sé yo.
 Bueno pues durante los días pasados en la capital inglesa los problemas de comunicación no faltaron como es normal. Pero él le puso voluntad aprendió vía telefónica a pedir una hamburguesa con una cerveza para no tener problemas y no tener que comer lo que al personal de la famosa cadena se le metiese en los ...En la cabeza. Pero los que hemos acompañado a nuestros hijos a estos lugares durante años sabemos que nada es tan fácil como parece: Que sin adentrarnos en los nombres de los menús, solo en el tamaño del refresco de las patatas o de la hamburguesa, eso sin hablar de complementos, de salsas y postres, las preguntas que te hacen son infinitas.
Así que cuando el soltó su petición aprendida de memoria vía telefónica y el dependiente empezó a hacerle preguntas infinitas...
El teléfono sonando en casa:
-Anaaa... Él mosqueado.
-Que pasa Carlos?
-Otra vez he tenido que comer lo que al tío del Macdonald le ha salido de los...( De la cabeza).


Continuará...

jueves, 24 de octubre de 2013

PEPE


 Os presento a Pepe. Si Pepe, es el de la foto. Es el perro del restaurante Ramatou y un buen amigo para mi, tanto que me dolió mucho despedirme de él. Creo que a él tambien le costó la despedida. Los últimos días yo andaba algo triste y pensé que Pepe también, pero lo suyo, yo lo achacaba a algún malestar físico de esos que se dan por estas latitudes. Según Carlos su tisteza, la de Pepe claro, aunque Carlos también lo estaba... La tristeza de mi amigo se debía a que me veía a mi triste y presentía mi marcha. Para que me diría eso.. Lo que me faltaba a mi para llorar como una "Magdalena".
Por las mañanas cuando Carlos se iba a trabajar, me preparaba un café y me sentaba ante el ordenador, pero el último mes, algo alteró mi rutina y ese algo era Pepe llamando a la puerta, bueno arañando la puerta de la casita de la playa.
 Al principio yo sabía que venía por la comida, traía mucha hambre, pero luego empezó a venir desayunado de casa y a pesar de no tener hambre seguía viniendo a estar conmigo o simplemente a saludarme. Algunos días venía acompañado de un grupo de perros del poblado. Cuando nos saludábamos, veía a los otros perros que lo miraban desde lejos porque no se atrevían a acercarse y es que la relación perro hombre no es muy cordial (Veáse la Excursión a Vogan III el desenlace ) y le decía:
-Pepe corre con tus amigos, que te están esperando!
Salía corriendo hacia los otros perros y cuando llegaba a su lado se volvía a mirarme y me lanzaba dos ladridos a modo de despedida. Yo pienso que me entendía.
Algunos días aparecía a media mañana con sus amigos y me recordaba a los niños pequeños cuando traen a sus amigos a casa para mostrarles algo de lo que están orgullosos. Después de una visita rápida corría de nuevo con los demás. Y durante una semana apareció con una amiga con la que compartió su comida. Era una perrita en celo a la que seguían un nutrido grupo de admiradores y a la que Carlos bautizó llamandola Matilde. El por qué eligió este nombre no lo sé pero al segundo día la llamábamos Mati, mucho más familiar donde va a parar...
 Pienso que los animales nos dan mucho más de lo que nosotros les damos a ellos y ¿sabeis qué? A veces veo en ellos miradas y gestos de personas que ya no están entre nosotros.

P.D. Uno de los libros de esta temporada en la casita de la playa ha sido "Maldito Karma" de David Safier, os lo recomiendo y quizás no sea yo la única que pienso eso de los animales.

miércoles, 23 de octubre de 2013

VISITA A LA MAISON BETHANIE

Hay un día de mi estancia en Lomé que recordaré con especial cariño y que siempre agradeceré a Rocio, una amiga que se acordó de mi, al organizar una visita a la Maison Bethanie. Esto es un orfanato de niños con pocos recursos a los que cuidan un grupo de personas que hacen las veces de familia.
Ese día recibirían material venido desde España y reunido por un grupo de gente estupenda que está trabajando en Lomé a los que yo acompañé.
Rocio repartiendo caramelos.
 Me encantó conocer a los pequeños y lo pasé en grande con ellos que son muy, muy cariñosos y se pusieron muy contentos con aquellas cosas que les llevaron.
No se si para ellos es demasiado bueno recibir estas inesperadas visitas que aunque le alegren un rato se marchan y los dejan de nuevo con su vida después de alterar su rutina y su tranquilidad.
Cuando empezó el reparto de caramelos fue a buscar
 a su hermanita para que cogiera algúno. 

Nada más llegar sentí como unas manitas cogían las mías y como no las soltaron en un buen rato.  Me movía de un lado a otro con dos pequeños cogidos de mis manos. Conocí a una niña con muchos problemas de salud que lleva allí un año viviendo y Cecilia una amiga, además de una persona estupenda y voluntaria del centro me contó como había evolucionado en ese año pasado en la Maison Bethanie. Cuando llegó ni siquiera caminaba, pero ahora iba de un lado a otro en su mundo. Yo la observaba mientras me hablaban de ella y la vi alrededor de un barreño de ropa aspirando el olor a jabón y tanto le gustó que se metió dentro de él en un segundo de descuido nuestro. A pesar de ser autista, le gustaba el contacto y que la cogiese en brazos, lo mismo se acercaba para que la cogiese que al momento pedía que la soltara.
Ella iba y venía en su mundo.

El momento más divertido  para mi fue cuando las personas que habían organizado la entrega de materiales se hacían fotos del evento y como naturalmente yo no formaba parte del grupo, no me parecía bien aparecer en esas fotos y decidí ir con los niños a charlar, jugar con ellos y hacerles fotos.
Ellos me enseñaron a desgranar maíz.

Me enseñaron a desgranar maíz como lo hacen ellos posaron para mi como auténticos modelos y algunas de las de las niñas me pidieron la cámara porque les hacía ilusión hacer ellas alguna foto y resultaron ser unas profesionales de las instantáneas... vamos que se perdieron por el recinto a donde jugaban los demás niños y no pararon de fotografiarlo todo y a todos incluida yo. Pero a donde de verdad demostraron su profesionalidad tras la cámara fue fotografiando a un "Winnie the Pooh" de plástico que acostaron en un cochecito de capota y al que le hicieron un book completo. Se lo pasaron bomba. Yo más que ellos. Ojalá algún día pueda volver y ser algo más que una visita.
Este fue el protagonista del reportaje del día, por las jóvenes fotógrafas.

viernes, 27 de septiembre de 2013

PASEO ROMÁNTICO

Hoy día 27 viernes, vuelve a amanecer nublado y una fina llovizna cae sobre nuestra casita de la playa. Lo que quiere decir que aumentan los problemas de humedad, de forma proporcional a la cantidad de nubes, y según Carlos cuando se iba a las cinco y media las nubes eran "beaoucoup, beaoucoup." Que eso, quiere decir que es mucho, mucho, en francés.
 Anoche salimos a dar un paseo por la playa, mira tu que romántico. Fue una cosa así sin pensar, improvisada, que dicen que esas, son las cosas que salen bien, las que surgen cuando menos te lo esperas, como la liebre esa del dicho.
Yo me puse mis calcetines y mis zapatillas de deporte porque de pensar en la arena húmeda pegada a los pies como que no, no está aquí el tiempo para eso; los que vienen de fuera están vestidos de verano siempre y con chanclas de día y de noche. Les pasa como a los "guiris" que ves en Sevilla con las bermudas y las sandalias (con calcetines si son ingleses) en diciembre o enero. Cuando los lugareños vamos la mar de abrigaditos porque  para nosotros: el invierno es el invierno, aunque los de fuera, sean anglosajones o escandinavos, se rían de nuestro invierno. Pues aquí pasa igual los de fuera ligeros de ropa, los autóctonos, cuando menos te lo esperas, tiran de fondo de armario y una rebeca, una sudadera, una chaqueta, un gorro de lana... Cuando le preguntas si no tienen calor, te responden ellos que es invierno... Claro!, que pregunta más tonta!. La otra mañana sin ir más lejos, vamos aquí delante de la puerta de casa muy temprano, iba  yo a dar un paseo, bueno paseíto por la orilla (por aquello de la inclinación del terreno, no los doy largos) De momento veo venir a un señor de aquí al lado, del poblado, le doy  los buenos días, me saluda el hombre muy simpático, y a continuación os detallo su indumentaria: chanclas, bañador, chaqueta verde botella, como la del Open de Augusta  de golf, que le dan al que gana, pues así idéntica y gorro andino de lana de esos de las orejeras incorporadas...que?, como os quedáis? Que tu lo miras por abajo y dices: agosto. Pero lo miras por arriba y dices: noviembre o diciembre...Bueno pues yo aquí, vistiendo sobre todo por la tarde-noche, estoy con los lugareños en eso de la indumentaria.
El caso que salimos a dar un paseo; la parte alta de la arena, la seca y en horizontal, es a donde está nuestra casa, el restaurante de Paco el Ramatou, a continuación un hotel restaurante que se llama cocobeach, otro restaurante que se llama Robinson y más allá otro poblado, como el que tenemos detrás de nuestra casa, por lo que pasear por ahí es imposible porque te chocarías con estas construcciones que están "a côtè de la mere". Así que no hay más remedio que caminar por la parte inclinada y húmeda de la orilla.
Por ahí íbamos Carlos y yo anoche en nuestro improvisado y "romántico" paseo, él con su brazo rodeando mis hombros, yo con mi brazo rodeando su cintura...Ni 25 metros!! Cuando las olas estuvieron a punto de empaparnos los pies, tiramos para arriba huyendo de la orilla para no mojarnos, a la parte más seca de arena, pero más blanda que te cuesta la propia vida avanzar por ella; él que es mucho más alto, utilizándome cual muleta, yo utilizando la trabilla de su pantalón tirando de ella para abajo, que no se la arranqué de milagro. Menos mal que llegamos a un acuerdo de esos tácitos, y nos soltamos para avanzar más y mejor; a mi de momento empezó a sobrarme la sudadera que me había puesto para combatir la brisa marina, vamos que me iba a dar algo, y él que es más caluroso, como los guiris, ya ni te cuento como resoplaba. Así que al llegar a la altura del Cocobeach, nos miramos, llegamos otra vez a un acuerdo de esos sin palabras, y tiramos los dos pal bar del hotel, pensando en lo mismo: una cervecita fresquita porque estábamos secos, como no hacemos ejercicio ninguno...Allá que íbamos tirados para la barra yo floja de risa, porque él iba haciendo el tonto, bueno el naufrago, que encuentra vida y agua después de mucho tiempo solo, y ahí que terminó el paseo romántico a la luz de la luna, por la orilla del mar, él rodeando mis hombros con su brazo, yo rodeando su cintura con el mío... Que anda que no suena bonito...

jueves, 26 de septiembre de 2013

POR FIN EL SOL

Ya estoy en mi última semana en Africa, el tiempo ha pasado volando y aunque tengo muchas ganas de estar con mis hijas, el resto de la familia y los amigos, me da pena dejar Lomé y a la gente que aquí he conocido. Recién empiezo ahora a sentirme a gusto y a conocer más gente estupenda que solo hubiésen mejorado mi estancia en Togo, estoy segura. También me daría pena dejar a Carlos, porque hasta el último día estaremos con la intriga de saber si vuela conmigo o tiene que quedarse algunos días más. En fin será lo que tenga que ser.
En cada sitio a los que hemos acompañado a Carlos, hemos vivido una etapa de nuestra vida, breve casi siempre, pero en la que hemos conocido gente, vivido experiencias y anecédotas buenas. Sin embargo no las hemos enfrentado y disfrutado de la misma forma. Habrá gente afortunada que a sus 25 años sepa vivir y disfrutar de la vida como lo hago yo ahora a mis 50, pero yo he necesitado todos y cada uno de esos años vividos para aprender a vivir, o mejor dicho empezar a aprender a vivir, que me siento, en la primaria de la educación sobre el arte de vivir.
No echo de menos los miedos, los complejos, la inseguridad, de mi juventud, porque me acompañarán hasta el final, pero ahora los veo como lecciones que forman parte de mi aprendizaje. Lo que quiero decir es que me alegro de haber estado aquí, ahora, y no en otro momento de mi vida porque estoy segura de que no lo habría disfrutado tanto, como también se que los lugares en los estuvimos hace tiempo quizás hubieran sido mejores ahora o al menos diferentes.
De cada lugar se tienen recuerdos, que uno no sabe por qué, son esos y no otros los que permanecen en tu mente y en tu corazón. Lo mismo pasa con la gente , con la música, los libros o las comidas...Veré los recuerdos con un poco  de perspectiva en cuanto el tiempo me de esa oportunidad, pero gracias a este blog no olvidaré muchos momentos pasados aquí.


P.D. Hoy jueves 26 de septiembre, después de dos días de ventoleras, nubes y dos noches de lluvia que no han hecho más que aumentar los problemillas domésticos y de humedad de la casita de la playa, ha amanecido un día precioso y el sol le ha ganado la batalla a las nubes. Por fin he visto salir el sol... Me voy el lunes...

martes, 24 de septiembre de 2013

EL DISCO DURO

Sabéis  que es un disco duro? No?  No os preocupéis que eso os lo explico yo de momento, que acabo de mirarlo en la wikipedia. Si es una tontería, pero yo no sabía como empezar esta entrada y digo mira, como el saber no ocupa lugar voy a "saber" algo más del artilugio este que tantos sofocónes nos está dando a Carlos y a mí desde que llegamos los dos aquí a Lomé. No me refiero a que Carlos y yo llegásemos juntos, que Carlos ya estaba en la capital togolesa  cuando yo llegué. Me refiero al disco duro y a mí, porque él si que viajó conmigo, vamos que lo traía yo en el bolso.
Cuando yo me preparaba para el viaje, el pronombre posesivo está totalmente fuera de lugar aquí, porque yo para mí no tuve tiempo de preparar  nada, aquí todos los preparativos fueron par reunir los pedidos de Carlos que iba haciendo sobre la marcha, bueno más bien sobre la grúa.
El aquí en Togo no está trabajando con la máquina con la que trabaja normalmente, perforando para la cimentación de alguna construcción, si no que está de gruista. y los gruistas ya se sabe y si no lo sabéis os lo digo yo, pasan mucho tiempo esperando tener que mover pesadas cargas de un sitio a otro. Pero entre carga y carga, como que tienen mucho tiempo para pensar en muchas y variadas cosas. Así que él que va poco al médico cuando está en casa, en la grúa que tiene tiempo, va pensando en las cosillas que tiene, que si un picorcillo por aquí, que si un dolorcillo por acá, cosillas por las que él no va a perder un tiempo valioso en ir a consultarlo con el médico, pero que en la distancia o en la grúa, se van agravando y me va él llamando la última semana para que yo las vaya solucionando antes de venirme, quien dice problemillas de salud, dice de bancos, de pesca, de medicamentos, de encargos de algún conocido de aquí, de antojillos gastronómicos, tecnológicos,etc...Total que la última semana la dedique a dar viajes a Decathlon, al centro de salud,  a la oficina bancaria, a la farmacia y a las grandes superficies para la comida y encargos de tipo tecnológicos. Ahora una cosa os digo: al que menos viajes dí fue a Decathlon de eso podéis estar seguros.
 Entre estos encargos había uno que tenía prioridad, era el disco duro, si, porque el auguraba largas veladas viendo películas una detrás de otra, como cualquier cinéfilo que se precie. Mis hijas que son muy lindas, inteligentes y conocen muy bien a su padre dudaban de esas veladas ante el televisor, porque él es dormirse con las letras de la productora que encabezan la peli, pero como no dio tiempo de meter en el disco  las series y películas que habíamos pensado me dieron el suyo que tenía algo en su interior que nos podría entretener los primeros días, ya que estaríamos sin internet y sin televisión al menos al principio.
 En el viaje yo pensaba que me podía pasar cualquier cosa, un robo, un accidente, perder un vuelo, perderme yo por esos mundos de Dios o por esos aeropuertos, pero al disco duro no podía pasarle nada, me sentía como en esas peliculas de agentes secretos que llevan algún microchips prodigioso con el que poder destruir o salvar al mundo de un ataque nuclear. Lo que yo llevaba conmigo era muy importante, si hubierais tenido a Carlos al teléfono una semana recordándooslo, sabríais de lo que hablo. La información que yo transportaba llegó a salvo: esta eran cuatro o cinco películas, un par de series y unos álbumes de fotos de un par de bodas y de algún viaje familiar de esos que ya ni te acordabas que habías hecho. Eso solo para empezar, que una vez aquí, un amigo le pondría dentro películas para aborrecer. Esto ha sido literal, para nuestra desgracia.
La primera velada cinefila, la cogimos con ganas la verdad; descartamos "Atún y chocolate" porque esa la hemos visto muchas veces y puso Carlos otra de las que guardaba el chisme prodigioso. No sé si a vosotros os pasa pero cuando empieza una peli, por la ambientación: el vestuario, el mobiliario, los peinados, los paisajes y demás uno ya la sitúa y tu sabes si es tu estilo. Pues esta prometía, yo calculaba que era la época anterior a la guerra de secesión estadounidense, una época que da mucho juego para historias maravillosas, además los protagonistas eran niños y ... En unos minutos cayó por tierra la velada ante un peliculón. Uno de los niños se cabrea porque le matan a su padre, que no es para menos y con el cabreo le empizan a salir unos ... cuchillos de los nudillos y yo me quedo a cuadros, yo que esperaba una más... tipo lo que el viento se llevó, pues nada que ver porque los niños se hacen mayores y van de guerra en guerra, la1ª guerra mundial, la2ª guerra mundial, la guerra de vietnan...Porque encima son inmortales y con una mala leche, sobre todo uno de ellos que no te digo nada. La quitamos, era "X Men los orígenes", la ciencia ficción que no es lo nuestro.
Lo intentamos con otra de Marvel y "X Men", que también hay que ser masocas, esta empezaba en Polonia, en un campo de concentración, que mira que da mal rollo eso, los nazis con sus salvajadas de siempre y otro niño que se cabrea por lo mismo y otro super héroe al canto y otra vez que la quitamos porque la ciencia ficción...
Carlos va mirando titulos de los que ya nos ha metido su amigo Jose en el disco duro, lee Abrahan Lincolm...Yo  que me encanta la novela histórica digo:
-Esa! Carlos, a lo mejor está bien!. Él que me hace caso y la pone rápidamente deseando que empiece ya, la velada cinefila.
El comienzo es un poco oscuro, pero pensé yo que si era sobre "el padre de la patria " que dicen los norteamericanos, en esa época de vestidos espectaculares y bailes maravillosos aquello se animaría de un momento a otro...Que va!! Con tan mala suerte que a Abrahan, joven y muy mono el muchacho, lo ataca uno con la leche de los de la 1ª película y le da un "bocao" y lo convierte en vampiro... Que desilusión y que imaginación más grande, lo que no se le ocurra a estos americanos, vamos, vamos...
En España no se le habrá ocurrido a nadie hacer una película así con algún personaje histórico como por ejemplo...Franco y convertirlo en una criatura horripilante y asesina...ah, no! que ya lo era!
Total que vimos "Atún y chocolate", pero mira no estuvo tan mal... La peli estuvo como siempre, estaría bueno que a la decimonovena vez que la veíamos hubiese cambiado la historia. Lo que quiero decir es que estuvo bien verla otra vez, porque como que, nos sentíamos más cerca de casa. Una es que se conforma con poco y le ve el lado positivo a todo, que es muy importante y consolador, mente positiva, siempre mente positiva.

P.D. El disco duro, daba para un blog, en caso de contar una por una las veladas que hemos pasado intentando ver una película que nos gustase a los dos, completa y sin percance alguno.



Un sitio bueno, bueno, para pensar. Vamos que estoy por
irme yo, cuando no sé, de que escribir la siguiente entrada
de mi blog .     



lunes, 23 de septiembre de 2013

LOS SEGUIDORES




Esta entrada que estoy empezando y que no sé donde terminará, quiero dedicarla a agradecer a las personas que seguís el blog, el regalo que para mí supone cada una de vuestras visitas. Lo empecé pensando en un grupo de personas de mi entorno, que sabía que lo seguirían, pero hablo de un grupo pequeño como de diez o veinte seguidores incondicionales, por los que valdría la pena escribirlo. Pero si en algún momento creí que lo podrían seguir ese número de personas y las multipliqué por el número de entradas, que  estaba segura no pasarían de una veintena, la cifra de 500 era algo razonable y con ella me sentiría satisfecha.
Habéis oído alguna vez eso de la botella medio llena o medio vacía según los ojos que la miran? Imagino que si alguien comienza un blog aspirando a un número de visitas concreto, de... Pongamos 50.000 visitas y obtiene 2.000 sentirá que su proyecto a fracasado. Pero si por el contrario esperas 500 y te acercas a las 2.000 en poco más de un mes sientes que ha sido maravilloso y todo un éxito para tus aspiraciones, mucho más de lo que podías imaginar. Pero los números no importan lo que de verdad importa son las personas que están detrás, y si durante un minuto, que no se tarda más en leer algunas entradas, os habéis sentido a gusto, todo esto de las historias de Togo ha merecido la pena, y creo que he disfrutado de mi estancia aquí mucho más, porque la he compartido con vosotros.
Hay algo que me ha sorprendido tanto como las visitas a este blog, y ha sido la procedencia de ellas, pensé que no saldrían de España o como mucho alcanzaría a algún país del otro lado del Atlántico, como Chile o México por aquello de haber estado allí y haber dejado alguna amistad en el camino.
Lo que núnca pensé es que lo seguirían en países tan diferentes y de forma continuada. Cuando en la lista de visitas y países veo uno nuevo, pienso que ha sido una visita de rebote, porque eso es lo habitual, pero cuando ese país queda ahí, siempre aumentando el número de visitas poco a poco, me gusta pensar que allí hay personas que habiendo entrado una vez por casualidad les ha gustado y siguen el blog, sorprendiéndome gratamente, igual que al advertir que las visitas de E.E.U.U. en una de las semanas superaron a las españolas que son siempre las más numerosas, como es normal. O al advertir que en Togo, cuando apenas conocía a nadie, que pudiera seguir el blog se colocaría en tercer lugar, manteniéndose hasta ahora en ese puesto, o que en Francia a donde empezó algún seguidor timidamente, ahora sería el cuarto después España o Estados Unidos yTogo.
 Lo mismo en países a donde el número de seguidores aunque menor sigue siendo constante y aumentando entrada tras entrada, como Serbia, Alemania, Ucrania, Rusia...
Bueno dejemos las cifras y las listas, lo importante es haber conectado con tanta gente y saber que lo hemos pasado bien, vosotros leyendo y yo escribiendo, porque no os imagináis como he disfrutado recordando situaciones y pensando como contarlas. No sé de haber hecho esto en otros lugares, como habría resultado, porque todo es imprevisible, en todos vivimos momentos inolvidables y otros que no lo serían tanto, por eso los habremos olvidado, pero es cierto que los de Togo los vamos a recordar mucha gente, no solo yo, y eso me da mucha alegría. Gracias.

NADA COMO UNA PIZZA EN CASA : FOTOS

Parecía una postal, así que no pudimos resistir a hacer las dos cosas: las fotos y la cervecita.










El lugar era ideal para hacer las dos cosas...










Seguíamos en nuestra linea haciendo las dos cosas que nos resultan irresistibles...

La pequeña biblioteca.

La gatita famélica 


Las artífices de la pizza.


Desde la azotea.
Entendéis por qué no sabría decidirme entre la vista o la pizza?.