martes, 10 de septiembre de 2013

EL GOLFO DE GUINEA

Una quiere ser positiva, por eso intento cambiar mi forma de pensar. Esto es el pensamiento positivo, al que yo le presto tanta atención y que tan de moda está. El caso es que esta mañana estaba yo pensando en una nueva entrada para mi blog y diciendome que se me había agotado el repertorio. Y lo que son las cosas, no he tenido más que ponerme el bikini y salir a darme el primer baño de la temporada en la casita de la playa, "et voìlà" aquí estoy escribiendo, pero una cosa os digo a riesgo de mi propia vida.
Yo he comentado en alguna ocasión que el tiempo aquí, no invita a disfrutar del mar todavía, porque aquí es invierno. Pero como ya tengo fecha de regreso a España,me da cosa de haber estado en el trópico, en primera linea de mar, en nuestra casita de la playa y no haberme dado un bañito, en este maravilloso golfo de Guinea, que a ver cuando me veo yo de nuevo por estas latitudes. Mira no me importa en absoluto volverme a España tan blanca como vine, porque la blancura es mi estado natural desde hace ya algunos años. Que si me cogiera a mi Rubens...No me haría a mi ascos el hombre, no. Con mi blancura nívea, algún kilito de más de esos que va una cogiendo con los años, el poquito de celulitis y de barriguita, reuno todas las condiciones para que el de flandes flipara conmigo, vamos. Lo único que me falta es el pelucón pelirrojo de esos que venden aquí en Togo y listos. Mente positiva, siempre mente positiva...
Lo malo no es irme blanca, como vine, lo malo es irme con un poquito de moreno, pero moreno albañil, que decimos nosotros. Porque los brazos y las piernas aunque poca pero  algo de brisa han pillado, pero lo demás.
Así que aun sabiendo que esta playa tiene una inclinación tremenda, me dije mira un bañito,aunque sea un momento, entrar y salir del agua...Madre  mía!! Lo de entrar ha sido muy rápido, pero lo de salir...Como lo explico?
Yo me puse en la orilla y en cuanto la primera ola me alcanzó los pies se hundieron una cuarta en la arena, yo no soy bajita pero una cuarta menos de golpe hace que veas las cosas de otra  manera.
La siguiente ola vino más fuerte me llegó a la cintura, porque yo era más bajita y me tumbó. Yo me puse de pie rápidamente, para avanzar hacia el mar y alejarme de la orilla a donde tan fuerte rompían las olas. Di un paso y el agua me llegó al cuello, al siguiente no sé por donde me llegaría, lo que se, es que el mar me succionó con una fuerza contra la que yo no podía hacer nada.
Así que me ha costado la propia vida llegar a la orilla  y claro otra vez con la cuarta de menos, otra ola que me ha vuelto a tirar. Que ratito más malo... Vamos que me he visto en el rompeolas haciéndole señales a  los chiquillos del poblado para que me rescataran. Eso contando con que el rompeolas me hubiese frenado al chocar contra las rocas que si no me tienen que ir a buscar a Malabo. Eso es una isla que está antes de llegar a Guinea, si va uno de aquí para allá. Que si la isla me frena en este caso como el rompeolas entonces ya hubiese llegado a la mismita Guinea. Porque creo yo que las mareas lo arrastran todo para ese lado.
Uno de los árboles al fondo cayó esta mañana por las
embestidas de las olas.
P.D. Quiero deciros para mi defensa que las fotos de esta entrada no son de hoy y por lo tanto no reflejan la bravura del mar, que era mucha y que si hubiera tenido yo algo más de luces, no me hubiese dado el primer baño de la temporada, que bien podía haber sido mi último baño, porque esta mañana uno de los árboles que veo yo desde casa lo han derribado las olas.
Una que es más arriesgaaaaaaá!!

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