jueves, 5 de septiembre de 2013

VERDURAS Y HORTALIZAS

Necesitamos comprar verdura. Vosotros diréis: pues eso es cosa fácil. Eso pensaba yo en Sevilla. Pero deberíais probar aquí siendo blanco y no queriendo pagar a precio de oro las hortalizas.
 Recordáis el día que salí a comprar las cortinas? me acompañaba una amiga de aquí que se supone que no debería de tener problema a la hora de comprar. Pues ya lo creo que los tiene, siempre que lleve a una mujer blanca al lado. Ella quería comprar fruta. pero como yo iba a su lado daban por hecho que trabajaba para mi y que era yo quien pagaba así que como piensan que todos los blancos son ricos, no te cobran por el valor real de las cosas, sino que te piden por lo que ellos piensan que tu tienes. No le quedó otra que aparcarme junto al coche y al chofér e ir ella en otra dirección a comprar los plátanos y demás sola, para pagar un precio razonable.
Pero ya hemos encontrado a una mujer que vende verdura junto a la carretera. Tiene un puesto que monta a diario bajo una sombrilla de playa y todo lo que vende es de su propia cosecha.
Nos ve llegar y ya se está riendo, tiene una cara dulce y una sonrisa preciosa y cuando empezamos a hablar con ella en francés que creo yo, que tampoco ella sabe muy bien, porque entre ellos suelen hablar una lengua africana, el gbe, se muere de la risa con Carlos que acompaña la conversación con gestos y un manoteo típico de los africanos, que gesticulan mucho. Así que entre español, francés, gbe y la mímica de Carlos nos lo pasamos bomba durante la transacción comercial que tiene lugar bajo la sombrilla y junto a la carretera.De una vez para la siguiente hemos olvidado los nombres de las hortalizas y siempre nos hacemos un lío explicándole lo que queremos. El otro día hacía calor así que Carlos le compró una lata de refresco y volvimos a llevársela. Y la semana anterior le había llevado yo un regalito para sus niñas a las que había conocido unos días antes. Así mientras reíamos los tres pensé: ya mismo está carlos haciéndose fotos en el puesto.
 Efectivamente, a la siguiente visita cámara en mano, estaba la mujer acompañada de un grupo de familiares o amigas a las que se notaba que ya había hablado de nosotros y la alegría fué monumental y el posado ni os cuento. Carlos se fué tirado para la de los tirabuzones y las cejas pintadas que parecía que iba a sacarla a bailar llamándola Puri y las otras muertas de risa.
P.D. La señora de la derecha es nuestra proveedora de productos de la huerta, la de la izquierda"la Puri" nos la ganamos cuando le dijimos que tenía que salir en la foto porque estaba guapísima.

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