Necesito fotos de carnet para el visado. Cuando llegué a Lomé en el aeropuerto me dieron uno, no sé si recordaréis que estuve dos horas allí, que a lo mejor hubieran sido más si afuera "en el bar" no se hubieran movido algunos hilos de la burocracia togolesa...
Pero ese era válido solo para una semana, el siguiente para todo un mes me lo tramitaría la empresa de Carlos aquí, por eso necesito las fotos.
Pero aquí " il n'y a pas probleme" que dice mucho Carlos, que va mejorando su francés por día.
Vino Basil,el chofer, a recogerme para ir al centro de la ciudad. Nada más acercarnos a la zona un muchacho que nos ve y ya sabe a lo que vamos, antes de parar el coche ya lo tengo junto a mi ventanilla diciendo fotó, fotó y disparándome con una cámara invisible.
Seguimos al captador de clientes por una calle llena de taxi-motos y puestos de todo lo imaginable y lo inimaginable, llegamos a un edificio de oficinas de mármol gris, aluminio y cristal en cuya planta baja había un pasaje comercial muy tranquilo porque la mayoría de locales estaban vacíos y cerrados con el cartel de se alquila o se vende. Allí en el hall del pasaje Basil y el muchacho empiezan a discutir imaginé que por el precio, aquí se discute mucho por eso y aunque se estén saludando y preguntándose por la familia suena a discusión acalorada. De vez en cuando entraba alguien por donde nosotros lo habíamos hecho o por el lado opuesto del pasaje y me saludaban amablemente y yo les correspondía, mientras la discusión continuaba.
Estabámos ante una agencia de viajes marroquí uno de los pocos locales comerciales en los que se veía movimiento y cuyos empleados nos miraban de soslayo.
Cerca de mí había un muchacho muy alto con un gorrito y un bolso en bandolera paseándose y esperando como yo. Me tenía alucinada por la altura intentaba calcular en centímetros, si son 1'80 como Carlos o hasta 1'90 o 1'95 como mis sobrinos vale, pero cuando pasan de dos metros me pierdo calculando.
Los de la discusión llegaron a un acuerdo y yo pensé ahora pasaremos al estudio. El de la NBA, que al final era el ayudante de fotografía! A una señal imperceptible del otro puso la bandolera en el alfeizar de uno de los ventanales, me colocaron a mi en un taburete pequeño hecho con cuatro tablitas que yo no había visto de lo pequeño que era. Me senté en él y mientras el alto sacaba la cámara el otro muy profesional me pidió permiso para colocarme bien la rebeca, quitarme un mechón del cuello ponerme bien el flequillo...Para nada porque salgo fatal en las fotos.
Yo estaba en el banquito altura de guardería delante de un local cerrado de mármol, aluminio y cristal pensando este fondo no va a valer!..." Il n'y a pas probleme" , a una señal de nuevo imperceptible el de la NBA sacó un trapito doblado de la bandolera, lo desdobló lo sacudió que me recordó a los barberos antiguos y lo sostuvo por las dos esquinas superiores detrás de mi que parecía que me iba a poner un par de banderillas, muy estirado para no rozarme a mi y no salir en la foto, claro!
Hizo dos disparos, me las mostró para que eligiera, dudé porque en una estaba mal y en la otra peor, no por culpa del muchacho que fue todo un profesional..
En este punto los de la agencia lo habían dejado todo de lado por nosotros, pero lo que esa bandolera dio de si !! Cuando el auxiliar dobló el trapito sacó una cajita de cartón y de ella una impresora la mar de recogidita, también sacó un sobre de papel marrón abultado, de él el papel de fotografía y en un santiamén estuvieron listas mis fotos. Basil pidió factura y eso trajo consigo otro problemilla y su discusión correspondiente porque el muchacho quería darnos la factura de 1000 francos cobrándonos 2000. Aquí el de air marruecos había salido a fumarse un cigarro estaba embobado.
Allá que nos fuimos Basil y yo con las fotos, que pienso yo que cuando esté todo arreglado, también estará el mes ya pasado y necesitaré otro visado "Porque esto es Africa". Ya estoy como mi marido ... y como ShaKira.
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